Cuando miro al sempiterno horizonte, en una de esas
mañanas, como la de hoy, de terso aroma a tibia nostalgia, siento en mi fibra más sensible la dulce melodía de los
recuerdos que dibujan en mi agitada memoria figuras, pasajes e infinidad de
detalles que me retrotraen a tiempos donde mi Yo más auténtico se contorsionaba
con emociones positivas, pétalos de níveos pensamientos
ya, que reparan, a fecha
actual, las agitadas neuronas de lo cotidiano e
invadido por esta fértil cosecha me enfrento a la vida con un nuevo espíritu
reforzado, flexible y anudado en el compromiso de dar al prójimo más de lo que
éste espera de éste humilde mortal sin exigir contrapartidas a cambio.
Fruto de esa “fértil cosecha”, o positiva
epifanía existencial, lo primero
que he hecho esta mañana antes de empezar a entallar esta columna es escribir
esta adivinanza, frase y cuento, que a
continuación comparto, con todo
aquel que se haya acercado a leer estas líneas. A los cuales también les
propongo desvelar, meditar y degustar, para sí mismos o de forma compartida, ya sea ésta con buenos amigos o familiares, que es la forma más completa de desgranar
buenas experiencias, esta:
$ Adivinanza.
¿Qué se atesora en el cálido tiempo?
Lo llena todo de luz en un momento…
No viste con ropa de doble cara
y se enhebra con sinceros sentimientos.
$ Frase:
Querido hijo…
El valor de la amistad se fortalece cuando la fraternidad
ilumina su esencia.
Medita…
$ Y cuento cortito:
El maestro, el Ser Humano y la amistad.
Aquel Ser humano sentía, en lo más hondo de su corazón,
que su vida no tenía sentido, que su vacío interior se lo tragaba día a día.
Sentía… Que los minutos del infinito tiempo lo tapaban con una manta que, en
vez de arroparlo y darle calor, lo ahogaba impidiendo su espontáneo movimiento
vital con cada gesto que expresaba. Sí, aquel Ser humano era infeliz, aunque no
lo reconocía; pero un día entró en un templo siguiendo un impulso de
supervivencia y enhebró lazos de amistad con un maestro que llevaba siglos
meditando la condición humana y se dejó influir por su luz: por la verdad de su
gesto y verbo. Y el Ser Humano sanó cuando volvió a redescubrir que en la
amistad, sincera, se encuentra parte de la felicidad y también comprendió que
en los momentos de fraternidad estaba la pieza exacta que cerraba el círculo
perfecto de la armonía que había perdido en el camino de su Vida.
Dedicado a Juan Francisco Santana Domínguez.
Adivinanza, frase y cuento que se entretejen con el mismo hilo
argumental: La amistad. Ese matiz de energía que no se te acerca por interés y
que se hila como verdadera cuando la adversidad toca a tu puerta. Pedazo de
cielo que te arropa sin tu pedírselo, que te acompaña sin tu demandarlo y que
te sorprende con hermosos gestos cuando no esperas nada más que el vacío…
Letras que bebieron, sin demostrar sonroja
ninguna, del nítido recuerdo de la presentación del
libro llamado: “Tobi”, de nuestro profundo escritor, poeta, historiador y
antropólogo Juan Francisco Santana
Domínguez, que tuvo lugar este pasado martes, 22 de marzo de 2018, en la
Real Sociedad Económica de Amigos del País.
Y letras que se inspiraron en un hombre de mirada penetrantemente aguda
que te informa que estás ante una persona culta, inteligente y perseverante en
sus convicciones, que no se encoge ni ante la impotencia... Un hombre de
palabra escogida, argumentada, no a la ligera, que se viste de silencios cuando
la ignorancia agita sus oídos en cualquier clase de terrero donde le toque
bregar; para una vez ataviado de los argumentos escogidos agitar el verbo como
si del mismo Lope de Vega se tratase… Un hombre de carácter aparentemente
severo, en un primer contacto, educado, que es capaz de abrir en canal su
corazón ante las personas de trazo humilde como él; pero que se pinta la cara
con geométricos dibujos prehispánicos de coherencia cuando se le cierran: La
puerta de la razón y se le abre la de la inconsciencia.
Un Ser humano el cual me fue presentado, junto a
muchos otros y otras, hace ya
muchos años, por David San cuando éste nos pidió participar en el hermoso
proyecto de “Sentir la Poesía”, el cual no ha cambiado nada, sino tal vez para
mejorar, como el buen vino de barril, diversos matices de su madurez.
Un escritor que antes, durante y posteriormente a y en su presentación
se dedicó a agasajar a los presentes en la sala, más que a hablar de sí mismo, a
excepción de las varias anécdotas que exhaló, o de su libro, como debería haber
hecho, lo cual reafirma mi convencimiento de que para Juan Francisco Santana Domínguez el valor de la amistad da sentido
a su vida.
Una presentación que fue amenizada por nuestro también entrañable poeta,
de Juncalillo Manuel Díaz –Noble Ser al
que conozco desde hace muchos años–, respaldada, muy acertadamente, por Don
Ángel Morales García de la editorial Aguere/Idea, argumentada por la magnífica y
pormenorizada radiografía que hizo del libro Tobi”, su amigo personal, Don Ramón
Díaz Hernández que es Catedrático, Doctor e Investigador, y escenificada por la
voz gran parte de los componentes de la asociación Palabra y Verso.
En sencillas palabras una presentación que esbozó, según la trazabilidad
de Don Ramón Díaz, lo que se podría catalogar, entre otras muchas afirmaciones
académicas, de autobiografía novelada. Una forma de viajar al pasado siempre de
la mano de quien ha experimentado las vivencias en primera persona en las que
se apoyan los pilares de la novela “Tobi”, que no duda en entrelazar la ficción
con la realidad ataviada de un lenguaje exquisito y natural como la vida misma.
Novela de recomendada lectura…
Por un mundo mejor,
por una sociedad más justa.
Adivinanza, frase y
cuento de mi serie: Meditando en un templo Shaolin
cuyos derechos de autor son de Alejandro Dieppa León.
Fotos de mi álbum personal.
Muy gratificante artículo que me enseña bastantes aspectos de la historia de esta Gran isla que habitamos. Siempre agradecido de aprender, saludos amigo
ResponderEliminarJuan Acosta un placer tu trazo en esta columna.
EliminarUn abrazo fraternal.
Gratificante artículo que muestra parte de historia de esta Gran isla que habitamos. Un saludo amigo ��
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