Quisiera compartir contigo, querido lector, el texto íntegro que escribí para esta presentación:
¡Buenas noches! A los presentes a este acto y al resto de personas que conforman esta mesa.
Quisiera, antes de profundizar en la parcela encomendada dentro de esta presentación, dar las gracias a Don Francisco Romero Roque por pensar en mí para realizar una semblanza sobre su persona y currículo.
Espero, de todo corazón, estar a la altura de esta tarea encomendada y no defraudarlo con mi semblanza.
Una semblanza que he titulado:
UN HAZ DE LUZ EN EL BARRANCO OSCURO O BARRANCO DEL LAUREL DE OSORIO.
En los restos de lo que fue la antigua Selva de Doramas representada a fecha actual por varios núcleos de vegetación aislados como pueden ser: Los Tilos de Moya, el Brezal del Palmital o el Barranco Oscuro o Barranco del Laurel de Osorio (enclave este último donde el Cabildo de Gran Canaria y Gobierno de Canarias, desde hace años, ha llevado a cabo tareas de repoblación forestal)... si nos sentamos sobre una piedra, tronco o a ras del suelo de uno de estos tres emblemáticos y protegidos parajes de nuestra isla y entramos en comunión con el medio que nos rodea (me refiero a ese bosque de Laurisilva: “conjunto de especies vegetales que toman nombre de una de las menos robustas: El Laurel”), ejercicio vital que les recomiendo al menos una vez en la vida y en soledad, podemos escuchar, si nos dejamos llevar por los sentidos místicos, los ecos del pasado donde hombres, mujeres y niños, varones o hembras de diferentes edades, que poblaron esta isla con la simple intención de vivir una vida sencilla, plena, ruegan, con un eterno “Amenacorán”, a su Dios, en los recodos de nuestra quebrada conciencia, que a fecha actual conservemos nuestro denostado, vilipendiado y humillado patrimonio: ya sea este el forestal, etnográfico y sobre todo el arqueológico; pero también podemos escuchar los ecos terrenales, más positivos, de los cantos de los pajarillos, el suave vaivén de las copas de los árboles acariciadas por los vientos alisios, nuestra respiración acompasada con el latir del medio donde nos hemos posicionado... y separando dentro de esta espiral sensitiva, por decantación, podremos distinguir entre la espesa foresta (la formada por el barbusano, el palo blanco, el til, el marmolán, la faya, el vinático y otros que conviven con otras especies vegetales como el bicácaro, símbolo vegetal de Canarias), a cierta distancia, las firmes pisadas de un grupo de personas acercándose, según atraviesan una arteria del bosque que nos rodea, en dirección al lugar donde nos encontramos guiados por la sapiencia adquirida en los años de estudio y pateo de un hombre nacido en Gran Canaria, que ama y defiende los fueros de esta su tierra natal, la nuestra también, tanto como Doramas la amó y la defendió hasta el fin de sus días.
Un guía, curtido y experimentado monitor de senderos, Don Francisco Javier Romero Roque, Licenciado en Geografía por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que además atesora en su currículo, extenso campo de trigo labrado con los hondos surcos de las infinitas horas de estudio, muchos cursos complementarios que lustran aun más esta merecida licenciatura.
Un geógrafo que de la mano de una pareja conocida nuestra, “Constancia y Esfuerzo”, ha sabido defender con elevada nota los proyectos donde ha trabajado como coordinador y asesor turístico para distintas entidades de prestigio, profesor asociado de la Universidad en cursos de extensión universitaria y del Instituto Canario de formación y empleo (ICFEM), monitor sociocultural, asesor científico... y en la actualidad como gestor de cultura de esta perla de color esmeralda de mi querida Moya, tierra de mis ancestros por vía materna; permítanme el exhalar en este último trazo un homenaje a mi abuela, Aurora Rivero Trujillo, una artesana de lo cotidiano, como lo son el común de las mujeres moyenses, las que aparecen en la publicación presentada hoy o el resto del de las siete Rosas de Hércules, nuestras siete Islas Canarias.
Pero sigamos ahondando en el perfil del guía que es de quien toca hablar…
Un gestor cultural bien elegido por la concejalía representada por Doña Inmaculada Guerra González; pues supo ganar para su causa un hombre que, como ella, entiende el mundo cultural y lo defiende bajo los postulados de la Liberté, Égalité y Fraternité: Libertad porque atiende a todo aquel que llega a él sin preguntar a qué partido o creencia religiosa pertenece. Igualdad porque no distingue o rechaza a las personas que vienen a ofertarle su propuesta cultural por razón de raza, sexo o condición social y Fraternidad porque en todo lo que sella para esta concejalía para la cual trabaja intenta llegar a consenso con quien ha respaldado, aunque no compartan postulados de vida; pues para este ilustrado del siglo veintiuno la CULTURA debe estar desbastada de toda camisa política para que brille por sí sola, en plenitud y opulencia, formas de pensar y actuar con las cuales me identifico.
Un hombre eficiente, meticuloso y responsable en la tarea encomendada, del cual conocía su humanismo por referencias de distintas procedencias, como de Doramas se conocía, se conoce y se respeta su valentía entre los isleños, al cual tuve el placer de estrechar la mano, por primera vez, por supuesto a Don Francisco a Doramas sería imposible por motivo cronológico, en la presentación del poemario escrito para Moya por Don Javier de la Rosa (ganador en este año del premio internacional Italia 2011), estrechamiento de manos del que no me arrepiento.
Y ya terminando con esta semblanza de un hombre que honra una vez más a Moya con la publicación de este trabajo que hoy presenta y siendo honesto con mi forma de pensar y de ver el mundo que nos rodea, afirmo en voz alta que si Don Francisco Romero desaparece alguna vez del bosque cultural laurisilvico moyense, esta frondosa selva cultural que se ha levantado en las tierras de mis antepasados, los vuestros también, durante estos años se verá reducida a espacios protegidos como los ya mencionados: Los Tilos de Moya, el Brezal del Palmital o el Barranco Oscuro o Barranco del Laurel de Osorio dentro de los cuales tendremos que buscar nuevamente otro haz de luz, otro guía, otro Doramas, que haga florecer en toda su extensión la esencia pura de la palabra CULTURA y el ACERBO CULTURAL, matiz laurisilvico que muchos utilizan para fines personales, elitistas o partidistas y no para el común del pueblo ese al que se deben y al que nos debemos.
Enhorabuena Moya…
Enhorabuena a las persona referenciada/as en el libro.
Enhorabuena a la Concejalía de Cultura y a su Alcalde…
Y enhorabuena a Don Francisco Romero por la nueva aportación a nuestro patrimonio, en este caso el literario, con esta publicación bilingüe editada por Beginbook Ediciones, del cual tenemos a su máximo responsable, el Sr. Liria, presente en esta mesa, al cual felicito por tener los arrestos suficientes, en los duros tiempos que corren, de seguir editando cóncavas naves para que, como Ulises de Ítaca, sus autores, naveguen por este vinoso e incierto ponto de la edición literaria.
Alejandro Dieppa León.
Muchas gracias Alejandro por tu aliento y palabras de elogios hacia esta área de cultura. En nombre de todos los que conformamos esta familia cultural en Moya, de la que tu y tu familia también forman parte, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPaco
Ustedes se lo merecen. No digo nada más que la verdad.
ResponderEliminarQuisiera añadir que había otro comentario de Ivan, el cual no se me publicó. No sé porqué motivo.
¿Podrías enviarlo nuevamente?