Y aunque me repita, para ellas, este poema que escribí hace años:
muchas mujeres conocí.
Y con ellas me comprometí
en su lucha desigual;
pues, el hombre debe aceptar
lo que pertenece por derecho.
Ya que queda un gran trecho
para que cambie la cruda realidad.
Mil silencios que gritan,
lo que condena esta sociedad.
Mil rostros que se desfiguran,
en el blanco mental.
Mil caras de un papel
que solamente lograré perfilar.
abnegada y bondadosa
que te entrega una rosa
a cambio de incomprensión.
Las imagino en su bastión
rodeadas de amargura
dando lustre a la cordura
e ignorando la sin razón.
Y me aceptó la amiga.
Callada y silenciosa.
Que escucha..., ¡cuidadosa!,
la arrogancia animal.
Siguiendo incondicional
nuestros pasos de peregrino
allanando el camino
de la intransigencia mental.
que no se corona con rubíes.
Y que te pide que la mires
como lo que debe ser.
Ser tu amiga. Ser tu complemento.
Ser tu igual, fuera del laberinto o dentro.
Que no acepta las cosas, sino es por convencimiento.
Y que se aleja de la bestia que llevamos dentro.
Violada, por sistema.
Que, por engaño, sufre condena
en la cruda realidad.
Fruto de la maldad
de la trata de blancas.
Que estas bestias de albarda matan
cuando de ellos intentan escapar.
¿Dónde está el sano juicio?
Y más, los que solicitan sus servicios.
Y trabajé junto a ellas en la vida laboral
pues, su versatilidad no conoce fronteras.
Que si muchas limpian aún escaleras
también lustran la palabra UNIVERSIDAD.
Licenciadas.
Camareras.
Doctoradas…
Mil inteligencias que luchan por la igualdad.
Mil inteligencias que proclaman
que ésta inevitablemente llegará.
Alejandro Dieppa León.
Mil gracias por vuestra participación.
ResponderEliminarTras las palabras que hemos cruzado, y con la experiencia laboral que ya llevo a mis espaldas, os digo que sois no solo unos grandes profesionales sino unas grandes personas con mucho que contar y que ofrecer a la ciudadanía.
Es un lujo que existan personas, da igual el sexo que tengan, involucradas en la sensibilización y en la prevención de esta lacra social que supone la Violencia de Género.
Gracias por vuestra presencia, no sólo a ti Alejandro, sino también a tu incondicional compañera (tu mujer), a tu hijo por estar allí apoyándote y a Mapi, tu amiga.
Personas como ustedes suponen el impulso para que personas como yo, sígamos en la lucha con la cabeza bien alta y una amplia sonrisa en el rostro.
Reciban un fuerte abrazo
Silvia Padrón Pérez
Agente de Igualdad
Responsable del Área de Prevención
Concejalía de Políticas de Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres
EXCMO. Ayuntamiento de Arucas