domingo, 29 de diciembre de 2013

MI CITA DEL 29 DE NOVIEMBRE DEL 2013. FRACTALES.

Querido hijo...

Medita los fractales del mundo exterior e interior y busca la armonía, la conciencia que vibra, en ellos para alcanzar la paz.

(Alejandro Dieppa León, pensamiento de mi serie Meditando en un templo Shaolin.)

Foto de mi álbum personal.

Alejandro Dieppa León.

domingo, 10 de noviembre de 2013

MI CITA DEL 10 DE NOVIEMBRE DE 2013. NO LO DUDES HAY LEYES INJUSTAS.

QUERIDO HIJO...

SI LAS LEYES SON JUSTAS, CÚMPLELAS,
Y SI NO LO SON
TIENES TODO EL DERECHO DEL MUNDO A REBELARTE CONTRA ELLAS.

MEDITA COMO CABALGAN LOS CUATRO JINETES DE LA APOCALIPSIS EN COMNIVENCIA CON LOS PODERES MERCANTILISTAS ARRASANDO TU FUTURO Y EL DE MILES DE JÓVENES...

MEDITO LAS LEYES QUE SON CAPACES DE EXCARCELAR A TERRORISTAS SIN NINGÚN PUDOR, LAS QUE SON CAPACES DE AVALAR LA EXPROPIACIÓN DE FAMILIAS NECESITADAS, LAS QUE RESTAN DERECHOS SOCIALES... 

MEDITEMOS LAS QUE SE IMPONEN EN MUCHOS PAÍSES VÍCTIMAS, AÚN, DE DICTADURAS CAMUFLADAS...

(Alejandro Dieppa León, frase de mi serie MEDITANDO EN UN TEMPLO SHAOLIN)
Foto de mi álbum personal.


Alejandro Dieppa León.

domingo, 3 de noviembre de 2013

MI COLUMNA DEL 03 DE NOVIEMBRE DEL 2013. SALSIPUEDES SIEMBRA EL PÁNICO EN ARUCAS DENTRO DE SU MANSIÓN DEL TERROR.



Querido lector o lectora…

¿Alguna vez se ha planteado cual es la diferencia entre: miedo, terror y pánico?

¿Sí?  ¿No?

Sea cual sea su respuesta le comento que Yo, hoy, tres de noviembre, frente al folio en blanco que me pone en pantalla el documento Word de mi ordenador, he sentido la necesidad de meditar, viajando por los pliegues de estas líneas, cuál es la diferencia entre estas tres simples palabras que solamente con mentarlas mentalmente son capaces de agitar el entramado neuronal de este efímero ser y ello viene a cuento de la agitada experiencia vivida en Arucas este pasado viernes uno de diciembre, día de todos los Santos Difuntos o finados, en nuestro país.

Pero para arañar o escarbar en la diferencia entre estas tres palabras recurriré a la sabiduría de un amigo que conocí, hace muchos años, cuando era niño, en el colegio de Don Jorge… Un amigo, mucho mayor que yo en edad y sapiencia; pero al mismo tiempo altruista hasta la médula, al que recurro cada vez que tengo dudas sobre el significado de las palabras. Les hablo, como es obvio, del Diccionario de la lengua española, el DRAE, que es hermano de sangre, de tinta azul, de todas las enciclopedias ilustradas y consejero espiritual de este oráculo virtual, en el cual se pierden muchas mentes vírgenes en oropeles visuales, a través del cual están leyendo esta columna: Internet, y él, como siempre, pausada y concienzudamente, me dice que el miedo es toda aquella “perturbación, angustiosa, del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”; pero también me dice que es el “recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea” y seguidamente me confirma que el terror, comprimiéndolo al máximo, es el “miedo muy intenso” y por último me subraya que el pánico, centrándonos en lo que nos ocupa, es un miedo extremó “producido por la amenaza de un peligro inminente” que “con frecuencia es colectivo y contagioso”.

Y es por todo lo anteriormente expresado por este ilustre servidor de nuestro idioma,  después de releer varias veces las respuestas dadas, que confirmo que este pasado viernes viví todas y cada una de las acepciones con las que el DRAE define a cada palabra; pues del miedo, en escasos instantes, metros, minutos y segundos, pasé al terror y del terror al pánico, no me importa confesarlo; pues así sucedió y así lo asumo…


Pero para argumentar lo anteriormente escrito me tengo que retrotraer al tiempo, hace unos días, en el que me enteré, a través de las redes sociales, de que el grupo cultural Salsipuedes iba a representar en Arucas, dentro de su corral de comedias (local oficial y sede de su casa museo), su nueva obra teatral: "Los finaos y la mansión", intervalo de tiempo en el cual pensé, mientras confirmaba por escrito mi presencia y la de mi familia, que iba a asistir a una obra de teatro al uso, por lo tanto mi mente y cuerpo se preparó para estar sentado en una silla, rodeado de público, frente a un escenario, o lo más, ahora me doy cuenta, también se preparó para a entrar en una Mansión del Terror en la cual nos explicarían, a través de recuadros visuales e interactivos, lo que representa para el pueblo canario la fiesta de los finaos; pero siendo sinceros Yo no contaba con que el director de esta asociación José Gilberto Moreno, estoy seguro que aconsejado por los entes etéreos que visitan las mentes creativas en la soledad de las estancias, en connivencia con su cuerpo teatral, tuviera o tuviesen otra cosa en mente... Algo tan sencillo y al mismo tiempo “macabro” como lo es la idea de que el personaje del visitante de su obra “Los finaos y la mansión” lo representase éste que suscribe y, por ende, todos y cada uno de los cientos de asistentes, jóvenes y mayores, a la concurrida representación. Una idea plausible, pero al mismo tiempo fatigosa para el magnífico plantel de actores y figurantes por la repetición ante los distintos grupos que iban a entrar en su Mansión del Terror, acertada en definitiva; pues cuando nos ponemos delante de un libro, televisor o obra de teatro, siempre nos queda en el sentimiento, la frustrante necesidad, de la experimentación física, en primera persona, de las vivencias del personaje principal o secundarios con el cual o cuales nos hemos identificado. Una idea, repito, insisto, inesperada para el público asistente que nos brindó la oportunidad de vivir la representación de forma participativa a través de la interpretación pasiva o activa según el carácter de cada singular e improvisado actor y demos gracias al Arquitecto del Universo que no se les ocurrió la idea de que entráramos de uno en uno, porque si hubiese sido así a alguno o a alguna se le habría parado el corazón en el transcurso del paseo por aquella tenebrosa ruta. Gracias al Arquitecto del Universo se les ocurrió que fuéramos entrando en reducidos grupos, pero vivido lo vivido no sé si esta no fue una decisión premeditada para que se generasen en nosotros las condiciones óptimas (recordemos lo último que subrayó el DRAE sobre el pánico) para que de forma paulatina, rumiada, sintiésemos: miedo, terror y pánico.

Reducidos grupos que se fueron formando de manera involuntaria y heterogénea de los cuales el primero en atravesar el umbral de la puerta principal de aquella Mansión del Terror fue en el que yo me encontraba. Les juro que si justo en ese momento me llegan a explicar, con lujo de detalles, lo que iba a vivir y sentir me hubiese preparado mental y físicamente para tal ocasión.

Del grupo donde yo me encontraba diré que fue uno formado por siete personas: Un hombre de aproximadamente unos setenta años de edad, de mirada limpia, conversación fluida y ánimo juvenil; su esposa, una Señora agradable, serena y diáfana. Su hija, una doctora comprometida con sus pacientes que los atiende, con mimo, en la cada vez más decrépita Seguridad Social y su novio; con los cuales tuve la suerte de mantener una amena charla antes de que abrieran las puertas del corral de comedias donde se llevaría a cabo los pases de la obra de teatro; a los cuales sumo la presencia de mi esposa e hijo. Un grupo que fue recibido por el cancerbero de aquella mansión que nos previno de los peligros de entrar en ella.


¡Por qué no le haría caso!

¿Por qué?

Y me lamento en singular, pues cuando entramos todos adoptamos roles diferentes: El mayor de todos nosotros, como no podía ser menos, marchaba en cabecera, cortando la oscuridad con cada paso que daba, enfrentándose a lo inesperado con firmeza, y a éste le seguían su mujer, hija y novio de ésta, seguidamente el menor de todos nosotros, mi hijo, que cubierta su cabeza con la gorra de su sudadera adoptaba el rol, sin expresar miedo alguno, firme en su paso, jocoso en sus contestaciones a los finaos, de cabeza de ésta familia; pues mi esposa caminaba, escondida a sus espaldas y Yo.. Seguro que se preguntarán dónde estaba Yo, pues Yo, querido lector o lectora, marchaba en último lugar, protegiendo la retaguardia de mi mujer para que ningún finado tocase su cuerpo con sus trémulas manos o se acercase a ella inesperadamente por un costado y exhalase a su oído susurros fantasmagóricos (debo reconocer llegados a este punto que tanto el maquillaje corporal como el maquillaje del entorno fueron de un realismo brutal)…

No podría alcanzar a expresar con palabras lo que significa ir el último en el recorrido de una Mansión del Terror, no se les ocurra nunca, háganme caso, nunca, como la construida en la Casa Museo de Salsipuedes; pues ésta experiencia solamente la puedo comparar con la que escenifican los actores de la serie televisiva The Wlanking Dead, a la cual yo estaba enganchado, y  me creerán cuando atraviesen la entrada, crucen el pasillo, recorran el lugar donde se celebra la partida de cartas, se aventuren en la mina, la jodida mina, y se lamenten de haber entrado en el cementerio y a la zona oscura que les llevará directamente a la puerta de salida.

La bendita puerta de salida.

Te recomiendo, querido lector o lectora, buscar en internet el pasaje de la The Wlanking Dead donde los zombis corren detrás de los personajes principales por los estrechos pasillos de la cárcel donde éstos se habían refugiado de la muerte y verán la extraordinaria similitud con la mansión que me tocó sufrir.  

¡La madre que me parió! Que experiencia más fuerte.

Una experiencia que recomiendo experimentar (este próximo 7, 8 y nueve de noviembre), si tienen bien el corazón, háganme caso, si se encuentran preparados mental y físicamente para difuminar en su sinapsis neuronal el miedo, para no experimentar el terror y para no caer en el pánico como me sucedió a mí.

¡Coño, que lograron contraer mis gregorianos!


Espero no les suceda lo mismo.


 

Una vez más la enhorabuena a la Asociación Cultural Salsipuedes por su compromiso con la cultura que mana del pueblo y al grupo de actores y figurantes que representaron la obra: CHAPÓ. Chapó por vuestra intensa entrega… 

(A la salida de la casa los componentes, encantadoras como siempre, de la Asociación nos invitaron a castañas y anís)


Alejandro Dieppa León.

lunes, 28 de octubre de 2013

MI REPORTAJE FOTOGRÁFICO DEL 26 DE OCTUBRE DE 2013. LA NOCHE MÁS LARGA DE TELDE..

El evento celebrado el pasado 26 de octubre en Telde fue todo un éxito; pues justo a las 12 de la noche, hora bruja, se reunió en esta ciudad más de 5.000 personas que repartidas en diferentes actos y calles disfrutaron de los actos llevados a cabo tanto por comerciantes, como por parte del Ayuntamiento y Cabildo de Gran Canaria.

Instantáneas previas al evento y del evento en si mismo seguidamente: 


 Como vemos el compromiso de dependientas y dueños/as de establecimientos fue total...



 Unas delicatesenes para deleite del público asistente..
 Papas arrugadas con mojo canario rojo...
  Papas arrugadas con mojo canario verde (para acompañamiento de pescados)...
 La amabilidad y gracias de las dueñas y dependientas fue un lujo añadido al evento...

 No dejó la artesanía canaria de estar presente en esta fecha tan señalada...

 Actuaciones en todos los puntos de calles amenizaron los instantes previo y del acto en sí mismos..

 La moda también tuvo su puntito con precios de saldo en calidad buena...
 Simpatía de nuestras artesanas... UN LUJO...
 Ellas también participaron...
 Y todos vestidos de los 60 fuimos a la fiesta...
 Ante un acto de pase de modelos, en una de las calles, tuve el placer de saludar y conocer al humorista canario Miguel Cecilia... Todo un placer pasear por su trazo humano...
 El cantante de música mexicana Pedro Bermudes cantando Jalisco...

 Pase masculino promocionado por modas AISY.
 El encanto del presentador puso la guinda dulce al evento.
 El cantante Agustín...
  Pase femenino promocionado por modas AISY y por Discos NODA.
 Los chistes de Miguel Cecilia nos borraron de golpe los oscuros de la crisis...



 En la plaza de San Juan el humorista canario Manolo Vieira y la banda musical Los Lolas...
  El irrepetible e inigualable MANOLO VIEIRA...
 Pintado de modelos masculinos y femeninos en una céntrica peluquería...

Alejandro Dieppa Leon...

lunes, 21 de octubre de 2013

MI SONETO ROTO DE 21 DE OCTUBRE DE 2013.

30.000 Euros por 23 asesinatos...

Sí, ante la gran corte europea
solicita una terrorista amparo
y ésta, insensible, muy mema,
avala, en julio, lo tan ansiado:

La excarcelación de primera.
30.000 Euros el grosero pago.
¡Qué aspiración tan rastrera!
En la exégesis de la ley me cago;

pues lo ecuánime es la perpetua.
Eso sí sería un muy buen paso
que no tranquiliza, ni repara,

a aquel que familiar perdiera
a manos frías de tales villanos
que en la balanza son: Quimera.
                                                                  

Alejandro Dieppa León.
Por una sociedad mejor,
Por un mundo más justo.

Derechos de propiedad intelectual literarios y de imagen reservados al y del autor: Alejandro Dieppa León.

domingo, 13 de octubre de 2013

MI CITA Y COLUMNA DEL 13 DE OCTUBRE DEL 2013. LA NOBLEZA NO ES UN TÍTULO NOBILIARIO.

QUERIDO HIJO...

LA NOBLEZA NO ES UN TÍTULO NOBILIARIO.

Columna...     


Desde que la vida se afincó en la tierra, término en tiempo humano difícil de precisar rectilíneamente dentro del espacio-tiempo universal, siente la insatisfecha necesidad de diferenciar y definir con milimétrica exactitud, en su voluptuosa espiral creativa, en su frustrante soledad existencial, todo aquello que: nada, repta, anda o vuela (gradación teniendo en cuenta la presunción de que la vida se creó en el caldo marino), o mejor, todo lo que crece, se reproduce y muere, dentro de esta efímera y azulada bola de cristal (¡No sé yo si se comportará de igual manera en otras partes del universo!). Sello de identidad (el de diferenciar) que está guardado celosamente dentro de nuestro carnet de identidad vital, el tan mentado ADN, ya sea éste humano, animal o vegetal. Un sello de identidad que permite a la vida seguir evolucionando, no morir en este planeta, gracias a sus divisiones, a sus tan complejas clasificaciones de sí misma: La primigenia entre el mundo animal y mundo vegetal, dos partes de un todo (Yin y Yang) que se alimentan el uno del otro y que no podrían existir el uno sin el otro; las segundas las existentes en estos mundos en sí mismos, que también se alimentan las unas de las otras; y las demás inherentes a cada especie.


Llegados a este punto nos damos cuenta que nosotros, portadores de la herencia vital, meras esporas con vidas transmisoras de su esencia, hemos llevado la obsesión (la de diferenciar) de nuestra creadora al grado más insano del término: En este siglo que nos toca vivir la aderezamos con la tan lacerante y galopante diferenciación entre ricos y pobres y en los siglos pasados (algunos añoran que vuelvan los tiempos donde el vasallaje era una irreverente realidad que corroía la libertad, la igualdad y la fraternidad entre seres humanos) la sufrimos con la tan insultante diferenciación entre la nobleza (representada en los títulos nobiliarios) y el pueblo. Es por esto último, sé que no me equivoco en mi pensamiento, que cuando la Asociación Cultural Salsipuedes puso a la venta las entradas de su última obra: “El legado del Marqués” no contaba con que éstas se agotarán en un suspiro, en lo que tarta una simple hoja en caer dentro de los afamados Jardines de la Marquesa (lugar donde la representación se llevó a cabo con un ÉXITO APLASTANTE –tres días de lleno absoluto lo avalan-), porque el pueblo asistente, transmisor de las muchas maravillas y de algunos defectos que nos definen como especie, pensó que la obra nos dejaría entrever la diferencia entre clases sociales a través de su línea argumental, lo que la vida sigue inyectándonos en vena para que podamos seguir creciendo como especie; pero que unos pocos han deteriorado con sus añosos aires de grandeza y superioridad, y no se equivocó el pueblo y se equivocó el pueblo porque el autor  de  la  obra, el  director  de  Salsipuedes,  José  Gilberto  Moreno  


García,  resaltó  en su expresión artística la parte noble (sello de identidad característico en este autor) de las relaciones sociales de la vida en el siglo pasado en Arucas, en Gran Canaria (disfrutando de la obra recordé los pasajes vitales contados por mis abuelos); pero al mismo tiempo que lustraba la nobleza del ser humano individual, de alta alcurnia o plebeyo, dejaba entrever, de forma sutil, pulsante, (plausible la agudeza del autor en este aspecto), las no tan nobles relaciones entre los Nobles y pueblo llano (recordemos 


el pasaje cuando: “un trabajador de la Marquesa se postra a sus pies por haberle dado una comida que él compartió con su familia").

Unas relaciones magníficamente expresadas a través del atrezo o utilería de la obra (coches, carruajes, vestidos, etc, de época), la iluminación natural y artificial, el sonido musical del arpista Vicente La Cámera (siempre magistral en su interpretación) y el escogido para amenizar los momentos previos al comienzo de la obra, y sobre todo a través de su magnífico, no me cansaré de subrayarlo, insisto, no me cansaré de subrayarlo, cuerpo de actores principales y secundarios (el número de éstos pasaba de la cincuentena), cada vez con más porte y señorío interpretativo, auténtico corazón latente de este grupo que nace en el pueblo de Arucas (ejemplo viviente de cómo se puede hacer cultura) que bebe de la esencia noble y desinteresada de su trazo existencial, el cual nos ilustró, como estampas vivientes (felicito a los que las escenificaron una y otra vez delante de los distintos grupos que se paraban frente a ellos), siguiendo el camino que llevaba hasta el improvisado teatro (al cual nos referimos







en mi familia como El Palacio de Cristal) dentro de los Jardines de la Marquesa, sobre la vida y obra de los personajes y periodo histórico que les tocó vivir, ya que nos explicaron al detalle: 





El linaje de los primeros Marqueses y la afición del Marqués a la jardinería, la composición de su jardín, la no descendencia de este matrimonio y la lucha por que se construyese la iglesia de Arucas en sus terrenos, además de quien fue su heredera y el compromiso de ésta con el pueblo a través de la financiación de Radio ECCA y La Casa del Niño... 

Trazos que se mixturarían en la obra en sí misma para dar como resultado una propuesta, educativa, dinámica y entretenida, que en todo momento exhaló, en su parte teatral, en el ambiente creado, que la “Nobleza no es un título nobiliario”, NO, no lo es, porque la Nobleza es un titulo humanista, una cualidad del hombre y no de ningún título.






Agradecer de manera personal a la Asociación Cultural Salsipuedes su compromiso con el mundo cultural y a alentarla a que siga demostrando que es posible que la cultura genere aceptación entre las distintas clases sociales que a fecha actual conforman nuestra sociedad...


Sois un lujo para la cultura... 
Alejandro Dieppa León.