lunes, 28 de octubre de 2013

MI REPORTAJE FOTOGRÁFICO DEL 26 DE OCTUBRE DE 2013. LA NOCHE MÁS LARGA DE TELDE..

El evento celebrado el pasado 26 de octubre en Telde fue todo un éxito; pues justo a las 12 de la noche, hora bruja, se reunió en esta ciudad más de 5.000 personas que repartidas en diferentes actos y calles disfrutaron de los actos llevados a cabo tanto por comerciantes, como por parte del Ayuntamiento y Cabildo de Gran Canaria.

Instantáneas previas al evento y del evento en si mismo seguidamente: 


 Como vemos el compromiso de dependientas y dueños/as de establecimientos fue total...



 Unas delicatesenes para deleite del público asistente..
 Papas arrugadas con mojo canario rojo...
  Papas arrugadas con mojo canario verde (para acompañamiento de pescados)...
 La amabilidad y gracias de las dueñas y dependientas fue un lujo añadido al evento...

 No dejó la artesanía canaria de estar presente en esta fecha tan señalada...

 Actuaciones en todos los puntos de calles amenizaron los instantes previo y del acto en sí mismos..

 La moda también tuvo su puntito con precios de saldo en calidad buena...
 Simpatía de nuestras artesanas... UN LUJO...
 Ellas también participaron...
 Y todos vestidos de los 60 fuimos a la fiesta...
 Ante un acto de pase de modelos, en una de las calles, tuve el placer de saludar y conocer al humorista canario Miguel Cecilia... Todo un placer pasear por su trazo humano...
 El cantante de música mexicana Pedro Bermudes cantando Jalisco...

 Pase masculino promocionado por modas AISY.
 El encanto del presentador puso la guinda dulce al evento.
 El cantante Agustín...
  Pase femenino promocionado por modas AISY y por Discos NODA.
 Los chistes de Miguel Cecilia nos borraron de golpe los oscuros de la crisis...



 En la plaza de San Juan el humorista canario Manolo Vieira y la banda musical Los Lolas...
  El irrepetible e inigualable MANOLO VIEIRA...
 Pintado de modelos masculinos y femeninos en una céntrica peluquería...

Alejandro Dieppa Leon...

lunes, 21 de octubre de 2013

MI SONETO ROTO DE 21 DE OCTUBRE DE 2013.

30.000 Euros por 23 asesinatos...

Sí, ante la gran corte europea
solicita una terrorista amparo
y ésta, insensible, muy mema,
avala, en julio, lo tan ansiado:

La excarcelación de primera.
30.000 Euros el grosero pago.
¡Qué aspiración tan rastrera!
En la exégesis de la ley me cago;

pues lo ecuánime es la perpetua.
Eso sí sería un muy buen paso
que no tranquiliza, ni repara,

a aquel que familiar perdiera
a manos frías de tales villanos
que en la balanza son: Quimera.
                                                                  

Alejandro Dieppa León.
Por una sociedad mejor,
Por un mundo más justo.

Derechos de propiedad intelectual literarios y de imagen reservados al y del autor: Alejandro Dieppa León.

domingo, 13 de octubre de 2013

MI CITA Y COLUMNA DEL 13 DE OCTUBRE DEL 2013. LA NOBLEZA NO ES UN TÍTULO NOBILIARIO.

QUERIDO HIJO...

LA NOBLEZA NO ES UN TÍTULO NOBILIARIO.

Columna...     


Desde que la vida se afincó en la tierra, término en tiempo humano difícil de precisar rectilíneamente dentro del espacio-tiempo universal, siente la insatisfecha necesidad de diferenciar y definir con milimétrica exactitud, en su voluptuosa espiral creativa, en su frustrante soledad existencial, todo aquello que: nada, repta, anda o vuela (gradación teniendo en cuenta la presunción de que la vida se creó en el caldo marino), o mejor, todo lo que crece, se reproduce y muere, dentro de esta efímera y azulada bola de cristal (¡No sé yo si se comportará de igual manera en otras partes del universo!). Sello de identidad (el de diferenciar) que está guardado celosamente dentro de nuestro carnet de identidad vital, el tan mentado ADN, ya sea éste humano, animal o vegetal. Un sello de identidad que permite a la vida seguir evolucionando, no morir en este planeta, gracias a sus divisiones, a sus tan complejas clasificaciones de sí misma: La primigenia entre el mundo animal y mundo vegetal, dos partes de un todo (Yin y Yang) que se alimentan el uno del otro y que no podrían existir el uno sin el otro; las segundas las existentes en estos mundos en sí mismos, que también se alimentan las unas de las otras; y las demás inherentes a cada especie.


Llegados a este punto nos damos cuenta que nosotros, portadores de la herencia vital, meras esporas con vidas transmisoras de su esencia, hemos llevado la obsesión (la de diferenciar) de nuestra creadora al grado más insano del término: En este siglo que nos toca vivir la aderezamos con la tan lacerante y galopante diferenciación entre ricos y pobres y en los siglos pasados (algunos añoran que vuelvan los tiempos donde el vasallaje era una irreverente realidad que corroía la libertad, la igualdad y la fraternidad entre seres humanos) la sufrimos con la tan insultante diferenciación entre la nobleza (representada en los títulos nobiliarios) y el pueblo. Es por esto último, sé que no me equivoco en mi pensamiento, que cuando la Asociación Cultural Salsipuedes puso a la venta las entradas de su última obra: “El legado del Marqués” no contaba con que éstas se agotarán en un suspiro, en lo que tarta una simple hoja en caer dentro de los afamados Jardines de la Marquesa (lugar donde la representación se llevó a cabo con un ÉXITO APLASTANTE –tres días de lleno absoluto lo avalan-), porque el pueblo asistente, transmisor de las muchas maravillas y de algunos defectos que nos definen como especie, pensó que la obra nos dejaría entrever la diferencia entre clases sociales a través de su línea argumental, lo que la vida sigue inyectándonos en vena para que podamos seguir creciendo como especie; pero que unos pocos han deteriorado con sus añosos aires de grandeza y superioridad, y no se equivocó el pueblo y se equivocó el pueblo porque el autor  de  la  obra, el  director  de  Salsipuedes,  José  Gilberto  Moreno  


García,  resaltó  en su expresión artística la parte noble (sello de identidad característico en este autor) de las relaciones sociales de la vida en el siglo pasado en Arucas, en Gran Canaria (disfrutando de la obra recordé los pasajes vitales contados por mis abuelos); pero al mismo tiempo que lustraba la nobleza del ser humano individual, de alta alcurnia o plebeyo, dejaba entrever, de forma sutil, pulsante, (plausible la agudeza del autor en este aspecto), las no tan nobles relaciones entre los Nobles y pueblo llano (recordemos 


el pasaje cuando: “un trabajador de la Marquesa se postra a sus pies por haberle dado una comida que él compartió con su familia").

Unas relaciones magníficamente expresadas a través del atrezo o utilería de la obra (coches, carruajes, vestidos, etc, de época), la iluminación natural y artificial, el sonido musical del arpista Vicente La Cámera (siempre magistral en su interpretación) y el escogido para amenizar los momentos previos al comienzo de la obra, y sobre todo a través de su magnífico, no me cansaré de subrayarlo, insisto, no me cansaré de subrayarlo, cuerpo de actores principales y secundarios (el número de éstos pasaba de la cincuentena), cada vez con más porte y señorío interpretativo, auténtico corazón latente de este grupo que nace en el pueblo de Arucas (ejemplo viviente de cómo se puede hacer cultura) que bebe de la esencia noble y desinteresada de su trazo existencial, el cual nos ilustró, como estampas vivientes (felicito a los que las escenificaron una y otra vez delante de los distintos grupos que se paraban frente a ellos), siguiendo el camino que llevaba hasta el improvisado teatro (al cual nos referimos







en mi familia como El Palacio de Cristal) dentro de los Jardines de la Marquesa, sobre la vida y obra de los personajes y periodo histórico que les tocó vivir, ya que nos explicaron al detalle: 





El linaje de los primeros Marqueses y la afición del Marqués a la jardinería, la composición de su jardín, la no descendencia de este matrimonio y la lucha por que se construyese la iglesia de Arucas en sus terrenos, además de quien fue su heredera y el compromiso de ésta con el pueblo a través de la financiación de Radio ECCA y La Casa del Niño... 

Trazos que se mixturarían en la obra en sí misma para dar como resultado una propuesta, educativa, dinámica y entretenida, que en todo momento exhaló, en su parte teatral, en el ambiente creado, que la “Nobleza no es un título nobiliario”, NO, no lo es, porque la Nobleza es un titulo humanista, una cualidad del hombre y no de ningún título.






Agradecer de manera personal a la Asociación Cultural Salsipuedes su compromiso con el mundo cultural y a alentarla a que siga demostrando que es posible que la cultura genere aceptación entre las distintas clases sociales que a fecha actual conforman nuestra sociedad...


Sois un lujo para la cultura... 
Alejandro Dieppa León.