domingo, 13 de junio de 2010

LA SEXTA INSULTA A LAS CLASES MÁS NECESITADAS DE ESPAÑA.


¿Está usted, querido lector, familiarizado con la programación de las distintas cadenas de televisión que emiten en este “Basto” país, sólo en este tema, a través de la vía digital?


¡Bueno! Si después de haber leído la pregunta formulada al principio de este texto a usted le vino a la cabeza, casi al mismo tiempo, infinidad de programas de distinta índole y condición como pueden ser: Telediarios catastrofistas en sus noticias, programas de variedades mediocres, series de dibujos que no son para niños, pero que se emiten en horario infantil, series televisivas con contenido inmoral dirigidas a la juventud, programas del corazón que despedazan a cuantos caen en sus redes, Reality Show en el cual han participado prostitutas, gente de dudosa reputación, etc., esto quiere decir que la cosa, en su caso, está empezando a pintar mal, muy mal afirmo; pues está siendo engullido, sin darse cuenta, créalo, por un medio de comunicación, la televisión, que, si no se sabe gestionar bien sus contenidos, es capaz de apartarle de esos pequeños grandes placeres, cotidianos sin duda, pero necesarios para nuestra salud mental, como son: El compartir un tiempo, de juego o de charla, con su o sus hijos, esposa, familiares, amigos y hasta vecinos… El disfrutar de la amena lectura de un libro... El placer de pintar la realidad o los mundos oníricos navegados en sus sueños… O, simplemente, la satisfacción personal al poder utilizar sus manos para construir cosas hermosas ya sea esculpiendo la piedra o el metal, moldeando el barro o el vidrio, o realizando tareas de bricolaje para su casa…
Sea como fuere usted no es un caso perdido aún, créanlo; pues me consta que quien se dedica a leer en los medios digitales este tipo de textos son gente, en su gran mayoría, críticos consigo mismo y con los demás, reflexivos y comprometidos con esta sociedad que nos ha tocado vivir. Una sociedad de un país, España, banderilleada piel de toro que aguanta con sufrimiento silencioso un alto índice de paro sin solución a corto plazo, víctima de una crisis negada durante estos años, que pone la carne de gallina a los que tienen conciencia, por ejemplo: usted querido lector, pero no la sexta cuando emite el programa, cada jueves, “Mujeres ricas”, que no sé si aún se sigue emitiendo, y perdonen, pero me importa un “Carajo” si lo eliminan de este medio, y de cuya existencia me he enterado por boca de mi esposa cuando descansaba de uno de sus duros días de trabajo, que tiene como compensación un salario irrisorio.
“¡Qué asco! Como nos restriegan por la boca, como un estropajo, cuanto tienen” me dijo mordiéndose los labios, con impotencia, opinión que comparto; pues es un insulto a todos los necesitados de este país, yo incluido, y además hacia las mujeres trabajadoras.
Estoy seguro que de esto se ha escrito mucho, para denunciar lo que a mí me parece inmoral en estos tiempos; pero permítanme que yo pueda expresarme y tirar de las orejas una vez más a esta cadena que seguro está haciendo caso omiso de la opinión pública contándoles la cotidianidad de la vida de estas “Señoras” de alto copete y lo expreso así porque si hubiesen tenido empatía, o compasión cristiana, con sus compatriotas más necesitados, en la miseria muchos ya, “Señoras”, simplemente hubiesen tenido que decir un: “NO” a la participación. Pero ya se sabe lo que dicen muchos, incluidos algunos políticos, “mientras lo mío marche bien, que se joda el resto del mundo”
Miren “Señoras” ricas la gran mayoría de mujeres de este país: se levantan a antes de las siete de la mañana, las que tienen suerte, porque en las zonas agrarias lo hacen antes... Se lavan la cara con agua y jabón, las que lo tienen... Le preparan el desayuno a los miembros de su casa, seguido a esto: visten a sus hijos y los llevan al colegio, después de haberse despedido de su marido cuando éste pone rumbo a su precario trabajo, el que lo tiene claro, y regresa a su hogar con la incertidumbre de no saber qué será de ellos; pues puede que su o alguno de sus hijos caiga víctima de la droga o su marido regrese con la carta de despido... Seguidamente comienzan con sus tareas cotidianas: Limpiar la casa, porque no tiene ninguna empleada/o del hogar que lo haga por ellas, hacer la comida, porque no tiene ningún chef de cinco estrellas que les cocine, sacar la basura, lavar la ropa y plancharla, porque no tiene ninguna empleada/o para estos cometidos, limpiar la escalera de su edificio, porque en donde viven la economía está tan jodida que no se lo pueden permitir, hacer la compra... y cuando se miran al espejo, en el escaso tiempo libre que les queda, solamente ven como su juventud se les ha marchado entre angustias y sufrimiento, aguantando, aguantando, y para olvidarse del dolor de estas astillas se colocan el pelo para cuando su marido regrese regalarle unos minutos navegando entre el mar de sábanas de la rutina; pues no tienen una lencería con la que se puedan sentir atractivas, ni comodines llenos de maquillajes para sentirse mejor consigo mismas...
Además estas mujeres, como es obvio, no disfrutan de mucho tiempo libre, ni de vacaciones, pues como comprenderéis “Señoras” el puñetero dinero no da para mucho, y no le diré de las que están tirando de la “Ayuda social” una ayuda que tendría que ser prolongada mensualmente hasta que estos iluminados que nos dirigen den con la solución para estos tiempos de escases.
Sí “Señoras” ricas estas son sus compatriotas las que ustedes han despreciado aceptando el participar en este insulto a los más necesitados.
¿Y les importará algo?
Les recuerdo, casi para finalizar, “Señoras” de alto poder que hubo un país en el cual se tomo la bastilla a grito de: Liberté, Égalité, Fraternité porque su clase dominante, “de élite”, se regodeaba en su riqueza cuando el pueblo penaba y moría de hambre... y que si no se enmiendan los penares del nuestro, las manifestaciones públicas de sus lujos “Señoras” pueden seguir creando resentimientos, astillas que casi olvidamos con la democracia...
Si tienen conciencia meditarán y hasta se arrepentirán.
Es por todo lo escrito que me dirijo a través del presente al presidente de la sexta D. Emilio Aragón, Milikito para mí, pues ya peino canas y le ruego repase la programación ofertada por su padre cuando yo fui niño, Miliki, y tíos, Fofó y Fofito, recuerdas: “¡Como están ustedes!”, y se vuelva a impregnar de esta esencia, sencilla, que marcó a una generación, que la hizo crecer, madurar y cuando algún director de programación le proponga una indecencia moral como esta, un insulto para sus conciudadanos, reflexione y simplemente lo mande a la MIERDA o lo despida para que confeccione un guión con sus miserias.

1 comentario:

  1. Lo primero de todo Alejandro, felicitarte por el Articulo, y por este maravilloso Blog que hoy tuve la oportunidad de descubrir. Tambien, quiero darte las GRACIAS por lo que aqui expones, por la parte que me toca como mujer trabajadora ya que empatizo y muy mucho con lo que aqui expones. Un besin grande Alejandro.

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